Empresa daña ANP del Cañón

Issa Maldonado * CP. La extracción de material pétreo en el Área Natural Protegida (ANP) Cañón del Sumidero es imparable, la empresa dedicada a la extracción de ese material únicamente cuenta con una licencia de funcionamiento ante la Semarnat número 0702700199, esto pese a que la legislación ambiental especifica que para trabajar deberá poseer un estudio de Impacto Ambiental, la cual deberá detallar los impactos que genere, además de proponer acciones que mitiguen los daños. 

De acuerdo a una solicitud obtenida a través de la Ley Federal de Acceso a la Información, la empresa Cales y Morteros de Grijalva SA de CV, situada en la Ribera Cahuaré, cuenta con una licencia de funcionamiento 0702700199, misma que fue actualizada el pasado mes de abril mediante el oficio SDGPA/UGA/DMIC/01556/09.

El estudio señala que la empresa carece de un estudio de impacto ambiental, además de un análisis de cambio de uso de suelo de la dependencia ambiental.

No obstante, la empresa no sólo impacta a la ANP, sino a la salud de cientos de habitantes de la Ribera Cahuaré, quienes han comprobado por medio de documentos oficiales y avalados por la Secretaría de Salud, afectaciones en las vías respiratorias, principalmente en niños, niñas y adultos mayores.

Así, el Comité de Pro Mejoras ha solicitado enérgicamente a la autoridad ambiental federal, la reubicación o clausura definitiva de Cales y Morteros de Grijalva, tras asegurar que su actividad afecta la salud de los pobladores aledaños, además de daños al Cañón del Sumidero.

Tras varios años de denuncias, manifestaciones y diálogos con ex titulares de las dependencias ambientales, así como de los actuales, los afectados continúan con la lucha y dando a conocer ante la prensa local, nacional e internacional la serie de afectaciones que provoca la empresa privada.

Cabe destacar que la Comisión Natural de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) interpuso una demanda ante la Procuraduría General de la República.

Detonaciones, ruidos, cal esparcida entre aparatos electrodomésticos y daños en las vías respiratorias en al menos 47 por ciento de la población, obligaron a un grupo de 70 pobladores de la Ribera Cahuaré a fundar una organización para exigir la reubicación de la 'calera'.