lunes, 25 de junio de 2012

EDITORIAL: Pensiones

El problema de insolvencia en los sistemas pensionarios es materia pendiente y en el largo plazo, si no se hace lo necesario, será insostenible al no haberse creado los fondos requeridos para ello, sostuvo el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, quien considera que para el caso se requiere una reforma –que se ha pospuesto– con el propósito de aportar el recurso necesario para cumplir esos compromisos. Sin embargo, pese a lo anterior, ha señalado que el sistema de seguridad social mexicano tiene posibilidades de viabilidad para responder a las necesidades de la población, aunque no se trata nada más de voluntad política sino de dinero, pues se va a requerir recurso de todos, por ello la necesidad de dicha reforma. El rector hizo un llamado a un pacto nacional por la seguridad social para atender lo que consideró como una bomba de tiempo, pues es un problema que se viene arrastrando, que ha obligado a que en la actualidad se canalicen 400 mil millones de pesos del presupuesto para cubrir esas obligaciones. 

Se considera que lo que hasta ahora se ha hecho en materia de sistemas de pensiones no ha sido lo que se necesitaba, pero además, otros factores han entrado en el escenario para complicar la situación, como el caso de la expectativa de vida. Cuando se creó el Instituto Mexicano del Seguro Social, el 19 de enero de 1943, la esperanza de vida en el país no superaba los 45 años, mientras que actualmente supera los 70 años, lo cual se traduce en un factor de cambio importante a considerar. El asunto no es menor, pues por una parte representa una afectación a la economía en la medida que se mantiene sin las medidas pertinentes, pero por otra es un asunto de justicia social con quienes han entregado una vida, como suele decirse, a actividades de servicio, y lo menos que se esperaría es corresponder a sus expectativas, con base en la ley. Contra quienes sostienen que el sistema de pensiones es tema sin solución, vale anteponer la reflexión de que con suma responsabilidad deberá abordarse tan delicado asunto para que, sin comprometer la salud financiera del país, pueda hallarse una salida. 

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