sábado, 7 de marzo de 2020

Enfermedad silenciosa que va en aumento en Chiapas

Los primeros cinco años de Alma Morales Díaz eran perfectos, disfrutaba de la vida como cualquier niña de su edad, sin embargo, nunca imaginó que una enfermedad silenciosa pronto le cambiaría su forma de ver las cosas.
Carmen Díaz, madre de Alma, comentó que a su hija le fue detectado diabetes tipo I a los seis años, por lo que desde ese momento cambió la vida de ambas, debido a los cuidados que la menor debe tener con el único objetivo de alcanzar una vida saludable y sin complicaciones.
Sus antecedentes familiares, señala, fue un factor de predisposición para que la menor adquiriera diabetes tipo I, y que en su caso se caracteriza por un mal funcionamiento del páncreas, cuyo efecto hace que no se produzca insulina o si lo hace, es de forma deficiente, lo que le ha llevado a presentar problemas de salud, al grado de poner en riesgo su vida.
Actualmente y a sus 11 años, Alma debe llevar una dieta estricta de alimentación, tomar sus medicamentos, además de realizar una serie de ejercicios constantes; todo ello implica un fuerte gasto económica para Carmen Díaz, el cual oscila en seis mil pesos.
“De no cuidar la alimentación, lo primero que se afectan son los riñones, después el corazón, hígado y páncreas. El médico ha dicho que si cuido la alimentación mi hija no tendrá ningún problema, por lo que es fundamental bajo esos cuidados”, añadió.
Asimismo, Alma tiene que recibir de forma diaria dos ampolletas de medicamentos, una de ellas cuyo valor es de 1,800 pesos y la otra 500.
“La enfermedad es muy complicada, en alimentación me gasto 4 mil al mes, más los 1,800 y 500 por los dos medicamentos que nos duran 20 días. Por si fuera poco, otros 200 en tratamientos especializados”, añadió.
El problema de la diabetes infantil en Chiapas ha ido cada año en aumento, así lo demuestran las estadísticas de esta enfermedad silenciosa.
Encuesta
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, el sobrepeso y la obesidad en niños menores de cinco años se sitúa en 47.1 por ciento, del cual 28 por ciento se localiza en la zona urbana y el 19.1 por ciento en la zona rural.
En tanto que los adolescentes de 12 a 19 an~os de edad presentaron un porcentaje de sobrepeso y obesidad de 28.9%. Para los adultos mayores de 20 an~os fue de 70.9% para hombres y 60.6% para mujeres.
Mario Arturo Galindo Martínez, médico pediatra del Servicio de Urgencias del Hospital General “Jesús Gilberto Gómez Maza”, detalló que los casos por diabetes infantil tipo II se vuelven cada vez más comunes debido a diversos factores que tienen que ver con la vida diaria de la niñez chiapaneca.
Mencionó que existen dos tipos de diabetes que pueden afectar a jóvenes: la primera en la cual no se produce insulina y la segunda en la que sí se produce pero es de mala calidad o pierden la capacidad de formular.
Sin embargo, la segunda se produce por malos hábitos alimenticios, el consumo excesivo de azucares y la falta de ejercicio, condiciones que en la zona Altos ya preocupa.
Detalló que la diabetes tipo I está determinada por no producir la insulina que no necesita el cuerpo, por lo que se aplica de forma externa; para los médicos es conocida como “diabetes clásica”. No obstante, en la actualidad, por el estilo de vida, alimentación incorrecta, falta de actividad física y obesidad, la diabetes tipo II se ha hecho cada día más presente entre la niñez.
“Ha aumentado de forma significativa. Nuestro cuerpo es un laboratorio que tendrá que procesar todo; si nosotros tenemos una dieta rica en azúcares en bebidas embotelladas, el cuerpo desarrollará complicaciones metabólicas e inclusive presión arterial alta”, explicó.
Altos de Chiapas
El Centro de Capacitación en Ecología y Salud para Campesinos y Defensora del Derecho a la Salud (CCESC) informó desde 2017 que la sobreexplotación de los mantos acuíferos del Valle de San Cristóbal por una empresa embotelladora de refrescos alimenta la epidemia de diabetes, al tiempo de que se agrava la crisis por la contaminación y la escasez de agua disponible para sus habitantes.
Marcos Arana, director del CCESC, señaló que la falta de acceso al agua y el alto consumo de refrescos es la principal causa del aumento de diabetes entre la población de la zona Altos, al grado que la han considerado como una situación de urgencia nacional.
“Los testimonios de los servicios de salud en la región vienen señalando un incremento de casos por diabetes descompensada y de diversas complicaciones generadas por esta enfermedad, que era una condición poco común entre la población indígena hace 25-30 años”, añadió Arana.
Agregó que el agua es extraída a un ritmo insostenible y es en gran parte utilizada para empresas de bebidas azucaradas que se venden a cientos de comunidades indígenas con fácil acceso.
Chiapas cuenta con una Ley de Prevención, Tratamiento y Control de la Diabetes, sin embargo falta consolidar estrategias y programas encaminados principalmente a fomentar la cultura de la prevención que permita ser más efectiva la lucha contra esta enfermedad en la entidad.
La madre de Alma sabe que abusar de los carbohidratos por parte de su hija implica comprometer no sólo su salud sino su propia vida.
“Ella no puede comer cualquier cosa, nada de carbohidratos o azucares; en su condición no sólo puede comer por comer. Come cinco veces al día, desayuno, colación, comida, colación y cena. Han sido cinco años muy difíciles pero ahí vamos”, explicó la madre.
Carmen añadió que todos los cuidados con su hija es con el fin de que no se tengan complicaciones en su salud más adelante.
“Con sus 11 años lleva un control en su dieta, además de constantes idas al doctor. No ha sido fácil, ella quiere comer dulce, pero se queda con el antojo. Además no puede comer cualquier fruta y llevamos un conteo de lo que come a diario”, añadió.
En el tema de salud, ha sido atendida desde el Instituto de Mexicano del Seguro Social (IMSS) del 5 de Mayo, sin embargo, en este espacio no cuentan con un especialista endocrinólogo, por lo que Carmen tiene que pagar un cita de mil pesos cada cinco meses para tener una atención más certera.
Además de ello, los mayores gastos son debido a la alimentación, en la que al menos gasta mil pesos cada semana.
Una diabetes infantil mal llevada genera en la etapa adulta, mayores problemas no sólo en el tema de la salud, sino también en lo económico y laboral.
Se estima que en el 2018, alrededor de 3 mil 890 personas murieron en la entidad como consecuencia de la diabetes mellitus.
Consecuencias
El médico Galindo Martínez comentó que existen algunos indicadores para detectar posibles casos de diabetes tanto en niños o niñas, como en adultos: tomar agua, comer y orinar mucho.
“Si esto se une a la carga genética, se tiene obesidad, nula actividad física y consume muchos refrescos embotellados, los síntomas pueden desarrollarse de forma más rápida. Un paciente sin control ni apego alimenticio y sin medicamentos, como primer consecuencia puede perder la visión”, dijo.

El desarrollo de la diabetes tipo dos es debido a que la sangre se vuelve más sólida, lo que causa un daño en los ojos, riñones y neurológico, al perder la sensibilidad a las lesiones.
“Al perder la sensibilidad no se sienten los golpes en las extremidades, pero eso, poco a poco va a carcomer el tejido muscular y da a la proliferación del pie diabético. Asimismo, el corazón se va cansando y puede derivar en infartos”, añadió.
Galindo Martínez añadió que para los niños y niñas que tengan estos comportamientos de beber agua, orinar y comer mucho, es necesario que vayan con su médico pediatra.
Para los adultos, es necesario tener un estilo de vida bajo una dieta balanceada, actividad física y limitarse en el consumo de azucares, además de tener una revisión periódica.
Es una enfermedad que realmente cuesta mucho a los sistemas de salud, es discapacitante y va limitando a la postre. Puede producir la muerte; a su vez, hay que señalar que es una enfermad que no duele, indicó.
La estrategia para detener el avance de la diabetes infantil implica diferentes acciones, que van desde una poli´tica pu´blica que promueva y genere ha´bitos de consumo alimenticio saludables y al mismo tiempo incentivar la actividad fi´sica en la poblacio´n, de otra manera esta enfermedad estará cobrando más vidas y los gastos por la atención de pacientes serán extraordinarios.

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